Belgas felices

A sus acariciables 24 años, la candidata al Senado Tania Derveaux se ha hecho conocida en todo el mundo. La atrevida belga, al comienzo de su campaña electoral ofrecía 40.000 empleos (jobs), pero al verla desnuda en el cartel electoral algunos calenturientos seguidores le dijeron que mejor ofrezca sexo oral (blowjobs). O sea 40.000 blowjobs.
La joven estudiante de marketing, no se chupó. Eso sí, dejó bien claro desde el primer momento que cumpliría "a su manera", como hacen los políticos. En ese instante todos pensaron que no iba a cumplir. "No mames", gritó un escéptico mexicano que nada tenía que ver con la política belga. Al contrario, dijeron otros.
Para apuntarse en la web, Tania pedía que los interesados fueran mayores de 18 años, sanos y que usen condón. Además ella se reservaba el derecho de rechazar "el servicio" por motivos de higiene. Los aseados belgas, entonces estuvieron a la expectativa.
Y Tania no los defraudó. La sorpresa que la candidata del partido NEE ("No") había prometido a los que se apuntaban en una lista en su web consistió en un vídeo de tres minutos -muy subido de tono- colgado en YouTube, en el que una joven japonesa finge una felación.
Tania explica en una nota que la japonesa es su "asistente", o su asesora -como Jaqueline Simmon o Karen Ku- a la que ha tenido que recurrir después de recibir más de 100.000 solicitudes de afanosos y sudorosos belgas.
En el video la japonesa comienza hablando de política con su pareja imaginaria, haciendo chistes sobre el presidente Bush y Condoleezza Rice. No habla de Nixon, ni Clinton ni de Mónica Lewinski. Tampoco de garganta profunda. Luego se agacha y a lo Malú Costa, acaba "cumpliendo" con su promesa. Los belgas terminaron felices.
Hasta el 10 de junio no se conocerán los resultados de su campaña electoral, pero es evidente que Tania se ha hecho famosa. Tal vez no ocupe algún escaño, como sí lo lograron la Ciccolina o Susy Díaz en otras latitudes, pero lo cierto es que su abierta postulación terminará quitándole escaños a los demás partidos y ello les dejará sin lugar a dudas, un mal sabor de boca.